Entramos en el ecuador de colonias con la semana 5, y la hemos dedicado a la resolución de conflictos mientras viajamos... ¡en barco!
Nunca es fácil mediar entre los conflictos que surgen, y los adultos muchas veces ni siquiera sabemos cómo lidiar con los problemas, imaginad los más pequeños. Aunque a veces ellos resuelven las cosas con mayor facilidad, eso es verdad... le conceden menos importancia y se reponen antes de los disgustos.
Pero otras muchas veces, eso no pasa. Ocurre algo, una pelea, una disensión, yo quiero ésta pelota, yo me subo antes a la bici, quiero jugar contigo y tú no, no me prestas el juguete... y no lo saben gestionar. Y antes de que se les escape de las manos la situación nosotros hacemos nuestra aparición: entramos en el marco del conflicto y les ayudamos a resolverlo de la mejor manera posible. Tratamos de que sea una situación satisfactoria para ambas partes, un ganar-ganar que les ayude a crecer y contemplar desde otra perspectiva las rencillas, las diferencias de opiniones, las peleas, etc.
No es fácil, sobre todo porque ellos creen que siempre tienen la razón y el derecho a lo que sea que se les ha cruzado por la mente. Y aunque tengan la razón hay maneras de expresarse y de conseguir lo que uno quiere en ese momento, sin necesidad de crear un conflicto que va a poner a todos de mal humor o va a hacer llorar a alguien.
Tacto, empatía, pensamiento crítico, modales básicos, civismo, saber estar. Trabajamos todo esto a lo largo de las 10 semanas que tenemos con los niños, pero siempre es importante destacarlo y por eso le dedicamos una semanita entera.