¿Te imaginas vivir en 1870? ¿O en el año 500? ¿O en 3546? Nos explota la cabeza sólo de pensarlo, ¡pero es tan divertido!
Toca viajar en máquina del tiempo... ¡sí, has escuchado bien! Ésta semana nos toca hacer un gran ejercicio de imaginación, y gracias a todos los nutrientes que obtuvimos la semana pasada aprendiendo a comer sano y equilibrado nuestro cerebro ha trabajado sin problemas.
Hemos tenido un montón de actividades divertidas y, sobre todo, didácticas, porque ambas cosas se pueden combinar perfectamente: desde hechos históricos relevantes hasta pequeños datos curiosos de la historias del mundo, pasando por científicos, descubridores, exploradores, antiguas civilizaciones y futuras... Porque también nos apeteció imaginarnos cómo serían las ciudades del futuro. ¿Quién no quiere un aerodeslizador como el de McFly? ¿Los inventarán algún día? ¿Aprenderemos a volar nosotros primero? Hasta que eso pase nosotros seguiremos aquí, haciendo experimentos y aprendiendo sobre el mundo que nos rodea.
La ceremonia de cierre fue muy divertida también: los monitores nos dividimos en pequeños grupos dedicados a cosas muy específicas, como resolución de puzles, taller de jeroglíficos, taller de baile... todo con el objetivo de que consiguiesen una pieza, pista u objeto necesario para regresar al presente. Dejamos que los niños escogiesen lo que más les gustase hasta acabar los cupos libres de cada puesto y luego ellos mismos acudieron al lugar indicado en su entrada.
Cristina y yo estuvimos a cargo del taller de jeroglíficos, que escondía un secreto oculto en pergaminos que los participantes debían encontrar... ¡El Pergamino de Teletransportación! Gracias a ellos pudimos regresar a nuestra época presente, ¡menos mal!